Las especies pratenses son especialmente sensibles a cualquier perturbación en sus primeros estadios de desarrollo. El no disponer en esta etapa de un sistema radicular suficientemente desarrollado, hace que perturbaciones como pueden ser el pisoteo o el pastoreo tengan impacto muy negativo sobre las poblaciones de las diferentes especies. La morfología particular de las leguminosas, que las convierte en una de las familias más expuestas a las citadas perturbaciones, hace necesaria la implementación de una adecuada gestión si se quieren potenciar unos pastos productivos y de calidad.

En una entrada anterior analizamos la estrategia de gestión de los pastos desde el verano hasta el inicio de la otoñada; en esta, nos centraremos en la gestión desarrollada en nuestra finca colaboradora durante el otoño y el invierno.
En otoño la gestión de la finca está orientada a la reducción de la superficie de campeo del ganado, todo ello, con el objetivo de garantizar una correcta nascencia e implantación de los pastos. Esta es una época en la que el ganado bovino suele ser suplementado y para ello es recluido en cercados no muy amplios, permitiendo de esta manera que la hierba del resto de cercados de la finca no sea consumida de manera prematura.
El objetivo de los gestores de la finca es que el primer aprovechamiento de la hierba lo realice el ganado porcino en la montanera. Esto, además de garantizar un suministro de hierba adecuado durante este periodo, permitirá que en el momento de su consumo las especies herbáceas dispongan de suficientes reservas para facilitar su regeneración.

Al finalizar la montanera se inicia un aprovechamiento rotacional con el ganado bovino por los diferentes cercados, esto permite aplicar un corte de limpieza a toda la finca evitando un exceso de presión del resto de especies herbáceas sobre las leguminosas en esta fecha clave.

Lo habitual en el modelo de gestión implantado en la finca, en años climatológicamente normales, es que a partir del mes de enero el ganado vacuno no necesite suplementación al ser cubiertas todas sus necesidades alimenticias por el pasto disponible.